Científicos midieron por primera vez el carbono orgánico total, un componente clave en las moléculas de la vida, en las rocas marcianas.
Los científicos que evalúan los datos y las muestras del róver Curiosity de la NASA del cráter Gale en Marte, el lugar donde se encontraba un antiguo lago, han hecho un nuevo y tentador descubrimiento: el “carbono orgánico total”, un ingrediente clave para la vida, es sorprendentemente alto en las rocas marcianas que el róver estaba escaneando.
Al examinar los datos de hace ocho años del róver Curiosity, los científicos hallaron en las rocas marcianas niveles de moléculas comparables a los encontrados en las rocas de los “lugares de poca vida” de la Tierra, un descubrimiento fascinante que podría tener notables consecuencias para nuestra comprensión de la antigua vida en el planeta rojo.
Según un comunicado de la NASA, esta es la primera vez que los científicos han podido medir la cantidad total de carbono orgánico en las rocas marcianas.
El carbono orgánico, que es el carbono unido a un átomo de hidrógeno, es un requisito previo para las moléculas orgánicas creadas y utilizadas por todas las formas de vida conocidas.
Conocer la cantidad total de carbono en compuestos orgánicos
No obstante, el descubrimiento de carbono orgánico no prueba de forma concluyente la existencia de vida en Marte, ya que estas moléculas también pueden proceder de fuentes no vivas, como meteoritos y volcanes. Aun así, las nuevas mediciones –aunque estudios anteriores han detectado carbono orgánico en cantidades menores en muestras de roca marciana– permiten conocer la cantidad total de carbono en los compuestos orgánicos.
“El carbono orgánico total es una de las varias mediciones [o índices] que nos ayudan a entender cuánto material está disponible como materia prima para la química prebiótica y potencialmente la biología”, dijo Jennifer Stern del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA y autora principal de un nuevo artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), en un comunicado.
Desde una posición en la depresión poco profunda “Yellowknife Bay”, el rover Curiosity de la NASA utilizó su cámara de mástil derecha (Mastcam) para tomar las imágenes de teleobjetivo combinadas en este panorama de diversidad geológica.
Hay tanto carbono orgánico en rocas de Marte como en las de Atacama
“Encontramos al menos entre 200 y 273 partes por millón de carbono orgánico. Esto es comparable o incluso más que la cantidad encontrada en rocas de lugares de muy baja vida en la Tierra, como partes del desierto de Atacama en Sudamérica, y más de lo que se ha detectado en meteoritos de Marte”, agregó.
La misión del Mars Curiosity Róver es, en gran parte, encontrar pruebas de vida y habitabilidad en Marte. Para ello, estudia el entorno químico y geológico de la superficie. En particular, ayuda a desvelar el papel que ha desempeñado el agua en el pasado. La medición del carbono orgánico total forma parte de esta misión.
Cráter Gale: rocas de lodo de 3.500 millones de años
En el nuevo estudio, los investigadores evaluaron los datos de la evaluación del róver Curiosity de las muestras perforadas en rocas de lodo de 3.500 millones de años de antigüedad en la formación Yellowknife Bay del cráter Gale, el lugar de un antiguo lago en Marte.
Curiosity utilizó en 2014 su instrumento de Análisis de Muestras en Marte (SAM), dentro del cual horneó a altas temperaturas las muestras de roca pulverizada. El proceso convirtió parte del carbono en CO2, lo que permitió a Curiosity medir las proporciones de isótopos de carbono, dando a los científicos una idea de la fuente original del material.
Descubrieron que el carbono orgánico formaba parte de este material de lodo y que, además de agua líquida y carbono orgánico, el cráter marciano presentaba otras condiciones propicias para la vida, como fuentes de energía química, baja acidez y elementos esenciales para la vida como el oxígeno, el nitrógeno y el azufre.
“Aunque los resultados sugieren que este carbono era en gran parte refractario o ligado a minerales, lo que atestigua su conservación durante miles de millones de años, queda por determinar si hay información química conservada en él que indique cómo se formó y qué procesamiento puede haberlo alterado desde su deposición”, escribieron los científicos en el estudio.
“Básicamente, esta ubicación habría ofrecido un entorno habitable para la vida, si es que alguna vez estuvo presente”, dijo Stern.
No obstante, según Stern, la hipótesis más probable sigue siendo que el carbono orgánico total fuera el resultado de otros procesos no vivos.
“Aunque no se puede descartar por completo la biología, tampoco se pueden utilizar los isótopos para apoyar un origen biológico de este carbono, porque el rango se solapa con el carbono ígneo (volcánico) y el material orgánico meteorítico, que son los más probables para ser la fuente de este carbono orgánico”, concluyó.