Los científicos han entrenado a nematodos para que reconozcan tumores por el olor, abriendo la posibilidad de nuevas pruebas para detectar el cáncer Los humanos tenemos un sentido del olfato muy limitado comparado con otros animales, pero los médicos saben desde hace tiempo que el cáncer se puede reconocer por medio del olor. Los perros o los ratones, por ejemplo, pueden detectar tumores a partir del olor corporal o de las muestras de orina de los pacientes.
Sin embargo, diagnosticar el cáncer de este modo es poco práctico. Los perros por ejemplo, pueden acostumbrarse al olor o distraerse con otras cosas. Desde hace varios años, un grupo de investigación japonés trabaja en una alternativa más adecuada para el uso cotidiano en medicina: el diagnóstico del cáncer con gusanos entrenados para detectar olores tumorales.
El equipo de investigadores ha presentado sus resultados utilizando el nematodo Caenorhabditis elegans, que se mantiene en muchos laboratorios biológicos para experimentar con él. En concreto, el C. elegans percibe los olores con una multitud de receptores olfativos y luego serpentea en dirección a los componentes más concentrados.
Así, estos gusanos reaccionan al compuesto volátil 2-etil-1-hexanol, que huele a flores para los humanos, y que es uno de los compuestos que las flores utilizan para atraer a los insectos. También se sabe que las células cancerosas de los tumores def pulmón liberan 2-etil-1-hexanol que los nematodos pueden así reconocer. El olor a cáncer también se encuentra en la orina de los pacientes.
EL TEST DEL GUSANO Los científicos quieren ahora utilizar sus descubrimientos para desarrollar un kit de pruebas para estos tumores y otros tipos de cáncer. Se trata de un chip con un pequeño recinto en el que se encuentran algunos nematodos. Los gusanos se orientan en dirección a las células o extractos cancerígenos y, en cambio, ignoran las células sanas.
Aunque parezca complejo, este sistema funciona bastante bien en los primeros prototipos. Sin embargo, la prueba aún no está lista para su uso práctico, ya que actualmente sólo un 70% de los gusanos insertados reconocen las células cancerosas. Sin embargo, los autores afirman que la tasa de detección podría aumentarse fácilmente entrenando a los nematodos para que reconozcan a este componente concreto.
Se sabe desde hace tiempo que los C. elegans, son capaces de aprender. Por ejemplo, aprenden con bastante rapidez a reconocer y evitar las colonias bacterianas que les son perjudiciales por el olor.