Mónica Reta cierra un 2025 de expansión literaria, comunicativa y de liderazgo emocional

Todos estos logros fueron posibles gracias al trabajo conjunto con Libros de Papel y con GDS Radio, que acompañaron y potenciaron la difusión de todo el trabajo realizado con Mónica Reta durante el año.

A continuación, los invitamos a leer una entrevista que va más allá de los hitos: un recorrido por preguntas profundas en las que Reta reflexiona sobre el contacto con los lectores, la responsabilidad de trabajar con lo emocional y los desafíos de comunicar en tiempos de redes sociales. También comparte su balance del año, las emociones más difíciles de abordar, lo que aún le falta escribir, el legado que imagina dentro de 50 años y los aprendizajes personales que descubre cada vez que se enfrenta a un nuevo público, mientras proyecta un futuro de internacionalización y nuevos caminos.
 

S: ¿Cómo viviste la presentación de tu libro en la Feria del Libro 2025 y qué significó para vos este encuentro con lectores?

M: Fue una experiencia personal, más que una Feria, al igual que la Feria anterior del 2024 y otros eventos en los que yo venía “estrenando mi libro”. Cuando uno participa como autor independiente, es decir, va sin más presentaciones, lo que vale es el contacto con el público, hablar con las personas que se acercan, que enseguida me cuentan algo de sus vidas en cuanto ven que de emociones se trata mi propuesta… Eso es para mí y creo que será siempre la Feria del Libro de Buenos Aires: un gran evento para hacer contacto con quienes sintonizan con mi propuesta y estilo.

S: Tu programa Reta tus emociones ha crecido mucho desde que comenzó. ¿Qué buscás transmitir con él?

M: Sin dudas, busco que la gente conecte con lo que siente, lo cuál hoy en día no es del todo fácil, que tome conciencia de lo que padece así como de lo que quiere mantener en su sentir, que no se deje llevar por emociones negativas o aún tóxicas que nuestro entorno está a la orden para generarnos siempre. Busco transmitir de la forma más sencilla, aquellas pautas que no son ni de gurúes ni de influencers de autoayuda, son principios basados en la Psicología de la vida cotidiana para estar mejor.

S: ¿Qué balance hacés de este año en tu trayectoria literaria y comunicativa? (Pensar en el evento del Barolo, los webinar, programa de radio, etc.).

M: Creo que fue un gran año en el que me animé a concretar un viejo sueño: ¡mi programa de radio! Y también a permitirme transitar otros espacios que por compromisos y ocupaciones yo había desplazado durante mucho tiempo y que son cosas con las que yo misma conecto emocionalmente desde siempre: el arte, en el evento que hicimos en el Palacio Barolo en el mes de Julio, y mi mismo libro, que si bien nació allá por fines de 2023, este año tuvo muchísima más difusión y generó muchas entrevistas, webinars y puertas abiertas para seguir haciendo actividades tanto en Argentina como en el exterior.

S: ¿Cómo ves la relación entre emociones y comunicación en la era de las redes sociales?

M: Las emociones se expresan, no hay otra forma de comunicarlas. Y se expresan fundamentalmente en la dimension física, presencial, en el contacto con el otro. Si bien podés comunicar tu sentir por infinitas vías, desde el arte en todas sus formas, el mensaje escrito y por supuesto hoy en las redes sociales, se hace muy complejo reconocer qué es lo que realmente siente el otro desde un medio no presencial como lo son las redes sociales. Yo no las recomiendo (así como tampoco a otros medios digitales como la mensajería) para hacerle saber a otra persona lo que uno siente… Tengamos en cuenta, que gracias a las redes y a whatsapp, por citar algunos medios, se han roto y se seguirán rompiendo, lamentablemente, relaciones afectivas profundas entre las personas.

S: ¿Cómo lográs transformar emociones intensas en un lenguaje que sea accesible y universal para todos y todas?

M: Con la emoción podemos jugar en su expresión, es decir, podemos ir describiéndola con distintas palabras, gestos y posturas corporales. Esto porque cada uno tiene un sentir propio, individual, y aunque los seres humanos compartamos los mismos significados para las emociones básicas (por ejemplo el miedo, el enojo o la tristeza) cada uno siente desde su propia fibra interior. Por eso a mí me gusta hablar de lo que sentimos a través de describir sensaciones, experiencias, percepciones. Todo ayuda a la hora de permitirle a los otros comprender cómo yo experimento una emoción o un sentimiento intenso.

S: ¿Qué responsabilidad sentís que tiene un autor cuando trabaja con temas emocionales?

M: La primera responsabilidad, sea profesional de la salud mental o no, es validar las emociones de los otros como tales: la emoción que alguien expresa es legítima en sí misma, nadie puede cambiársela ni aconsejarle que le modifique el nombre, o deje de tenerla, o cualquier otra cosa. Ahora bien, después podemos ayudarle al otro a indagar qué quiere hacer con ella y eso también depende de la legítima decisión de ese otro. Inducir a sentir o influenciar para que las personas sientan cómo uno desea, es una falta de responsabilidad humana, te dediques a lo que te dediques.

S: ¿Qué emoción te resultó más difícil de trabajar en la escritura de tu libro y por qué?

M: Difícil de trabajar en mi libro, creo que ninguna, porque todas las emociones, en cuanto las nombramos, empiezan a traernos sensaciones propias que podemos contar… Lo más intrincado, sin embargo, creo que es lidiar en la vida cotidiana con algunas emociones en particular que experimentamos, por ejemplo la del desánimo, la frustración o la apatía. Son muy propias de esta época y casi nadie sale invicto de ellas, todos las hemos experimentado en algún momento, y para la mayoría explicarlas es complicado, ponerle palabras a lo negativo, a lo que conecta con el vacío o la falta sigue siendo hasta perturbador para cualquier ser humano.

S: ¿Hay alguna vivencia que todavía no te animaste a convertir en literatura?

M: Por supuesto que sí, y no lo he hecho aún porque es algo testimonial, algo de lo que daré cuenta cuando sea mi tiempo para ello, y me anime a escribirlo creo que en formato de novela, pero aclarando que está basada en una historia real, una historia vivida por mí y que me cambió la forma de sentir y de pensarme a mí misma. Ya llegará…

S: ¿Qué aprendés de vos misma cada vez que te enfrentás a un nuevo público?

M: Aprendo que puedo conectar con mi empatía por el otro, y eso es maravilloso. Desde mi programa de radio, por ejemplo, nunca podría saber a priori quiénes me están escuchando, pero ponerme en el lugar de una persona común que se quiere conectar con un espacio distinto, luego de un día normal de trabajo, de complicaciones, contratiempos y por qué no emociones contrapuestas, es lo que me hace hablar desde sentidos que seguramente le resuenen. Y me doy cuenta de ello por los mensajes que recibimos.

Con el público de una charla o curso en algún lugar es casi instantáneo: hay algo que se produce y no se dice sino a través de gestos, de escucha atenta y de la aprobación de lo que les digo. Cuando puedo percibir eso, ¡es como si hubiera aprendido varias vidas todas juntas!

S: Si pudieras conversar con la Mónica Reta de hace diez años, ¿qué consejo le darías?

M: Le diría que se quiera mucho más a sí misma, que no pierda tiempo y trabaje por su propia transformación y que impulse a sus hijos a que hagan lo mismo. Nada en la vida es estático y si fluimos como personas que sentimos, también tenemos que aceptar el cambio permanente. Yo hice un gran esfuerzo por cuadrar y adaptarme, hace diez años, y luego tuve que desandar inexorablemente ese camino porque de lo contrario iba directo a la frustración y a la resignación, que son dos de los peores estados de ánimo del ser humano.

S: ¿Qué te gustaría que recuerden de vos y de tu obra dentro de 50 años?

M: Aún no lo sé porque estoy en la búsqueda siempre de nuevas formas de hacer y de entender qué es lo que necesita el otro, qué es lo que lo conecta con mi mensaje, en dónde llego mejor a más personas. Entonces la cuestión del legado se vuelve compleja.

De todos modos estamos atravesando una era en que las personas viven muy apuradas o complicadas para conectarse con lo que sienten. Violencia de todo tipo, enfermedad, incomunicación o indiferencia por el otro son producto, muchas veces, de esa anestesia emocional. Si sólo me recordaran por mi aporte para salir de esa anestesia emocional que tantos males acarrea, esa incapacidad de sentir, si sólo me recordaran por haber brindado herramientas para eso, ¡creo que podría considerarme satisfecha!

S: ¿Cuál es el mayor desafío que imaginás para tu programa Reta tus emociones en el futuro?

M: Tenemos mucho para hacer, convertir a Reta tus emociones en un programa amplio, por qué no diario, con la participación de invitados que den su testimonio sobre diferentes temas (como ocurrió en nuestro último programa), hacerlo realmente internacional para el mundo de habla hispana y que ese sea el punto de inicio de una serie de charlas, conferencias y talleres presenciales en distintos países.

S: ¿Qué proyectos se vienen para 2026?

M: Precisamente la internacionalización de lo que hago, no porque a través de internet no podamos llegar adonde queramos, sino por mi propia necesidad de explorar y vivir en otros lugares del mundo, mientras llevo mi mensaje. Eso es lo que quiero comenzar a hacer en el 2026.

S: ¿Dónde pueden conseguir tu libro y seguir tus actividades?

M: En mi página oficial: www.coachingypsicologia.com y en Amazon. Se pueden contactar conmigo a través de mi correo: [email protected] y les dejo mi celular y redes: +54 9 11 4073-8709. Instagram: @monica_reta_sin_estres 

 
Más allá de los logros, queda la certeza de que el trabajo de Mónica Reta en 2026 seguirá creciendo, transformándose y encontrando nuevos lugares donde dar a conocer su voz y liderazgo. Con el acompañamiento de Libros de Papel y GDS Radio, su mensaje se expandirá hacia nuevos públicos y territorios, reafirmando que hablar de emociones es también hablar de cambio, empatía y de la construcción de futuro.