
El nacionalismo se suele considerar un patrimonio de la política de derechas y ha sido durante mucho tiempo uno de los elementos fundamentales de los gobiernos autoritarios y fascistas de todo el mundo. En los países democráticos, el término “nacionalismo” acostumbra a asociarse al chovinismo nacional, es decir, a la creencia en la superioridad inherente de la propia nación y sus ciudadanos. Empero, la realidad es más compleja de lo que parece a primera vista.